Los sofás son parte del mobiliario del hogar que más usamos, lo que lleva a que tengan más probabilidades de deterioro y manchas.
Hoy te compartimos algunos tips a tener en cuenta para asegurarle una larga y limpia vida a tu sofá.
En primer lugar, a la hora de definir dónde ubicarlo, se aconseja evitar lugares como:
– espacios húmedos, con poca ventilación, como un sótano.
– lugares muy expuestos a la luz solar, ya que puede modificar su color.
– cerca de estufas, radiadores, aires acondicionados u otras fuentes de calor.
Otro aspecto a cuidar es no sentarse en el apoya brazo, que si bien puede ser resistente, no está pensado para resistir tanto peso por lo que se va desgastando con el tiempo.
En cuanto a la limpieza, es importante considerar que los sillones deben acondicionarse de forma periódica, y no solamente cuando se manchan, ya que, aunque no se vea, van acumulando bacterias, ácaros y polvo que pueden producir alergias y otros efectos en la salud.
Te compartimos algunos tips simples para asegurar el mantenimiento:
– Mover y cambiar de posición los almohadones para que se vayan usando de ambos lados.
– Usar la aspiradora, la principal aliada. Un método sencillo y al alcance la mano (en caso de que el material sea muy delicado consultar previamente) que recomendamos usar cada semana o 15 días, aplicando en todas las áreas del sofá, incluidas ranuras y rincones escondidos, para quitar el polvo y restos de comida u otros elementos que generen suciedad.
– Para hacerlo más eficaz incluso, recomendamos utilizar luego una vaporera con agua limpia (siempre lee primero las instrucciones para asegurar utilizarlo correctamente).
– También se puede limpiar con espuma a partir de un litro de agua y 1 cucharada de detergente líquido (batiendo hasta que se forme), y luego secar sin enjuagar.
– En el caso de los sofás de cuero, al tener un tejido especial y delicado no toleran cualquier tipo de limpieza. Lo ideal, para mantenerlo limpio es repasar la superficie con un paño húmedo.
¡Manos a la obra!